Es importante visibilizar y combatir la violencia a la mujer, que ha aumentado durante el aislamiento impuesto por la pandemia, y una manera de hacerlo es a través del teatro, pues brinda la oportunidad de manifestar, abrir diálogo, sensibilizar y combatir desde la trinchera del arte.
“La Mujer Sola”, es un monólogo dirigido por Aarón Amaya y adaptado por Adriano Madriles del texto homónimo de Franca Rame y Dario Fo. Constituye una sátira social, una historia que se adentra hasta lo más íntimo de una habitación para mostrarnos la más dura realidad.
La actriz Berenice Mastretta da vida a María, una mujer que dice tener de todo, una freidora de aire, una cafetera, un marido, dos hijos y un cuñado lisiado… lleva más de un año sin salir de su departamento. En un día cotidiano como cualquiera, mientras se arregla para estar encerrada, descubre que llegó una nueva vecina con quien a través de la ventana de su habitación entabla conversación, revelándole entre anécdotas, secretos y sentimientos encontrados lo que ha vivido en su encierro.
La puesta en escena se estrenará el 21 de mayo a las 20:00 h (hora centro). Con funciones presenciales en el Centro Cultural el Hormiguero y vía streaming. Temporada: viernes 21 y 28 de mayo / 4 de junio / 16 y 23 de julio.
“Como compañía queremos llevar a escena temas actuales, aquellos que nos confronten con nuestra realidad como sociedad. En La Mujer Sola hablamos del encierro, de la soledad. Hablamos de la violencia que se ha naturalizado y la negación de esta. Queremos llevar a nuestros espectadores desde la risa a una reflexión más profunda de este tema”, indicó Aarón Amaya, director de Brío Producciones.
También te podría interesar: “Buscando al último hombre gay”, la puesta en escena LGBT inspirada en el actor Héctor Zavala
Aumenta violencia hacia las mujeres; México es uno de los países con mayor aumento de cifras
La crisis por COVID-19 afectó al mundo de manera radical, a tal grado que las medidas de confinamiento han dado lugar a un aumento de violencia contra la mujer, siendo México uno de los países con mayor aumento de cifras durante la pandemia.
Según ONU Mujeres, “La violencia contra las mujeres y niñas es la violación de los derechos humanos de las mujeres más extendida que las afecta en todo el mundo, tanto en espacios privados como públicos. Las causas de esta son la desigualdad y la discriminación de género, así como las normas sociales y las masculinidades nocivas aún vigentes en nuestras sociedades”.
Con respecto a esto, la Dra. Alejandra Salguero, especialista en Identidades Masculinas, comenta “La violencia contra la mujer, tanto familiar como la ejercida por extraños, se basa en orden social de género, donde culturalmente se asigna un valor inferior a las mujeres con relación a los hombres, lo cual se reproduce a través de los aprendizajes de género y la consecuente subordinación de algunas mujeres a los hombres.”
En México las cifras son alarmantes e incluye los actos como violencia de género, violencia familiar, violación, homicidio y feminicidio.
De acuerdo con la Red Nacional de Refugios en México, en los dos primeros meses de la cuarentena aumentaron las atenciones brindadas en casos de violencia a mujeres, lo que representa un aumento de más de 70% en comparación con el mismo periodo en 2019.
Las llamadas al 911 aumentaron alrededor de 20 por ciento y la atención en las instancias estatales y municipales creció entre 20 y 30 por ciento
Según cifras del informe 2020/21 de Amnistía Internacional, en 2020 se registraron 3.752 homicidios de mujeres, de los cuales 969 se investigaron como feminicidios.
Al respecto, la Dra. Salguero indica que una de las maneras de combatir la violencia es trabajando sobre los aprendizajes de género de los hombres, donde desde pequeños aprenden a ejercer poder, control y dominio sobre las mujeres, considerándolas incluso de su propiedad, de manera que al naturalizar dicho poder y control, pueden violentarlas.
Estos aprendizajes de género se dan en distintos ámbitos como las familias, escuelas, centros de trabajo, instituciones del estado. Reforzando aquellas figuras de masculinidad de hombres fuertes, insensibles y que tienen el poder y control sobre la vida no solo de las mujeres sino de hombres que pueden considerar inferiores. Estas formas de relación se complejizan en situaciones de pandemia y confinamiento”.
Con ello es claro que muchas mujeres y niñas se encuentran confinadas con sus agresores y aisladas de las personas que pueden prestarles ayuda. Lo que conlleva a que es un momento crítico y necesario para tomar medidas urgentes.