Ya es Noviembre, mes coronado desde el 1ero por las flores y calaveritas de nuestro tradicional Día de Muertos, por lo que aún encontramos decoraciones con velas y sombreros emplumados, en nuestro camino, que va de frente a la puerta de las celebraciones Decembrinas, por lo que también hay amigos y familiares que ya pusieron su arbolito navideño.
Asi es que en este trémulo mes de transición, donde el viento frío ya comienza hacernos tiritar, y las historias lugubres se acomodan bien, te recomendamos ir al teatro, a ver el clásico “La Dama de Negro”, en un homenaje y alegoría a la muerte, con esta fascinante y terrorífica historia, donde curiosamente el relato literario original inicia en Noche buena.
Con anterioridad ya se han escrito historias de fantasmas en vísperas Navideñas, como el bien conocido Cuento de Navidad por Charles Dickens y The Turn of Screw de Henry James, por mencionar algunos ejemplos que también desarrollan sus sucesos en mansiones góticas de Inglaterra. Bien es cierto que es inquietante relacionar una época de amor y bienaventuranza con sucesos trágicos, lo cual añade emoción a las tramas.
En Story Time nos tocó presenciar el acto de Ernesto D’ Alessio y Ricardo Morell, cuya mancuerna es dinámica, divertida y satisface el desenvolvimiento del conflicto. A Ernesto, lo vemos con un porte maduro pero aún jóven, enérgico y estilizado, lo cual genera una seducción en el escenario, mientras que la impecable actuación de Ricardo, devela su pasión y larga trayectoria artística, de más de 40 montajes, involucrandonos en su acto con la gran habilidad que posee de cambiar su personaje y situarnos en el ritmo que él nos marca.
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Lo exquisito de la obra se encuentra en la fascinante sensación de estar entre los paisajes nublados y fangosos de las marismas en Inglaterra, transportandonos a una época Victoriana, envueltos en la niebla, efecto especial humidificador, que cubre a los presentes al tiempo que sanitiza el espacio, los vestuarios muy ad hoc, hacen alusión a la época, con sus abrigos largos, portafolios de cuero y sombreros, denotando el estilo formal y conservador de nuestros personajes londinenses a finales del siglo XIX.
Por otra parte, los efectos de sonido muy bien definidos, captan nuestros sentidos y nos demuestran el deleite de la expresión “Vivir el teatro», lugar de ensoñación donde una silla puede convertirse en una antiquísima carreta o un tren, al antojo de los actores.
Así, dentro de una atmósfera gótica en un gélido cementerio, con un castillo empedrado de fondo, la emoción recorre nuestro cuerpo, cuando los actores nos transmiten su descontrol por la incertidumbre, sobre en qué lugar y momento aparecerá el espíritu malvado y vengativo de Jennet Humphrey.
La adrenalina corre por tus venas, ya que los actores bajan del escenario y entre la oscuridad densa del recinto y el efecto niebla, se mezclan entre el público y aparecen sorpresivamente en el lugar que menos imaginas. Varios gritos son arrebatados entre las butacas.
Sobre la penunmbra de la venganza…
Esta historia aterradora, nos recuerda que lejos de temer a fantasmas, la condición humana teme a la despiadada venganza, la soledad y frustración, que puede envenenar nuestra alma y hacer daño a nuestros seres queridos. El espectro vengador, se le puede comparar con las Hernias griegas, sólo que con un estilo gótico. Es común que se usen estos relatos mitológicos como inspiración de grandes obras literarias. Asi que adentrate en la penumbra de la venganza con esta puesta en escena.
«Cuando miré de nuevo, ví un cuervo sobre los arbustos, varios metros más allá y le oí abrir el pico para prorrumpir en una explosión de sonidos al sol de noviembre; y cuando todo había terminado, y nos disponíamos a abandonar el cementerio, yo un par de pasos detrás del Sr. Jerome, esperaba a la mujer de aspecto enfermo para ofrecerle mi brazo y ayudarla… Pero no había nadie a la vista.» La Dama de Negro, extracto, Susan Hill, 1983.
Por otra parte, notamos en el bagaje literario del s. XVIII, conflictos referentes a la inmoralidad, creencias de la época, que no pasan de moda, sorprendentemente aún en la actualidad. Como el escándalo que nuestra Jennet Humphrey, enmarca, al embarazarse fuera del matrimonio, acumulando ira y desolación al ser arrebatada de su hijo para evitar habladurías. Niño que es dado a su hermana, quien ante la infertilidad, encuentra una solución, que se complicaría después de la muerte catastrófica del infante. Momento en que la maldición de la muerte cae sobre los hijos de quien mire a “La Dama de Negro.”
La Dama de Negro, continúa vigente desde 1994, época en donde no se acostumbraba a ver terror en el teatro, sin embargo, el equipo dentro y fuera de escena demostró que existe un público atraido por esta propuesta teatral y tan es así que se ha convertido en la obra con mayor permanencia en México. En 2019, celebraron sus 25 años, pausados por primera vez en 2020 por motivos de fuerza mayor, a causa de la Pandemia de Covid-19. Sin embargo, en el presente 2021 muy agradecidos y contentos regresaron a las tarimas. Tanto actores como espectadores, nos sentimos muy agradecidos de poder compartir nuevamente la intimidad que sólo se puede sentir en el teatro.
La Dama de Negro se postula junto con El Juego que todos Jugamos y Mentiras, como las obras con más años en la cartelera teatral.
Disfruta esta misteriosa obra, con todas las medidas sanitarias de seguridad, en el Teatro Ofelia, Av. Thiers 287, Anzures, CDMX. Adquiere tus boletos de Viernes a Domingo en la Taquilla del teatro en un horario de 16:00 hrs a 21:00 hrs o en Ticket Master. Checa su portal para saber más sobre el elenco. La Dama de negro.
